jueves, 25 de junio de 2015

Los Jóvenes y las Ranas

Cierta vez, varios Jóvenes estaban jugando cerca de un estanque, hasta que de pronto, vieron un grupo de ranas en el agua, y comenzaron a tirarles piedras. Luego de un buen rato, estos jovenzuelos acabaron con varias de las ranas, hasta que de pronto, una de las Ranas aun con vida, sacó su cabeza y les dijo: "Por favor Jóvenes por piedad, paren esa locura. Lo que es diversión para ustedes, es muerte y tristeza para nosotras."

 Moraleja Antes de tomar una acción que creas te beneficie, primero ve que no perjudique a otros"

El Mono y los Pescadores

Un día, un Mono estaba observando desde un árbol a unos Pescadores echando sus redes a un río. Interesado por sus acciones, el Mono decidió observarlos muy atentamente. Al cabo de un largo rato, los Pescadores dejaron la pesca, y se dirigieron a sus casas por comida dejando sus redes sobre el banco. El Mono, como bien sabemos, es el un animal más imitativo de los animales, así que este, bajó rápidamente de su árbol, se acerco a la red, e intentó hacer todo lo que los Pescadores habían hecho. Llegando al banco, tomó la red y la lanzó al río, pero al hacer esto, no se dio cuenta que su pie se había enredado entre las mallas haciéndolo caer al agua, y a ahogarse. Con su último aliento, el Mono se dijo: "Me lo tengo muy bien merecido. ¿Qué fin tenía yo, si nunca he manejado una red de pesar, y para colmo, como iba a intentar coger un pescado?".

 Moraleja Es siempre mejor aprender y practicar bien, antes de proceder.  

El León y el Asno

Una vez, un Hambriento León invitó a un Asno a cazar. Una vez reunidos, éste le dijo: "Escóndete en la selva amigo Asno y rebuzna lo más fuerte que puedas." El León observando los lados de la Selva y dijo: "Yo me esconderé en aquel agujero de salida. Cuando los animales estén asustados por tu rebuzno, huirán hacia allá y los iré cazando uno tras uno." Tras esto, ambos pusieron en practica lo acordado. Al pasar el rato, la treta funcionó muy bien. Cuando el León ya tuvo muchas presas, el Burro salió de su escondite para acercarse al León y preguntarle: "¿Que tal lo hice señor León?" "Muy buen trabajo amigo Asno." - Dijo el León - "Ni yo mismo hubiera tenido tanto susto de no saber que eras un simple Asno.

" Moraleja El miedo no te llega, si sabes de donde viene.

La bella y la bestia


imagenes-de-la-bella-y-la-bestia-5Había una vez un hombre muy rico que tenía tres hijas. De pronto, de la noche a la mañana, perdió casi toda su fortuna. La familia tuvo que vender su gran mansión y mudarse a una casita en el campo.
Las dos hijas mayores se pasaban el día quejándose por tener que remendar sus vestidos y porque ya no podían ir a las fiestas. En cambio la pequeña, a la que llamaban Bella por su dulce rostro y su buen carácter, estaba siempre contenta.
Un día su padre se fue a la ciudad a ver si encontraba trabajo. Cuando montó en su caballo, preguntó a sus hijas qué les gustaría tener, si él ganaba suficiente dinero para traerles un regalo a cada una. Sin apenas pensarlo, las dos hijas mayores gritaron:

Pinocho

PinochoHace mucho tiempo, un carpintero llamado Gepeto, como se sentía muy solo, cogió de su taller un trozo de madera y construyó un muñeco llamado Pinocho.

–¡Qué bien me ha quedado! –exclamó–. Lástima que no tenga vida. Cómo me gustaría que mi Pinocho fuese un niño de verdad. Tanto lo deseaba que un hada fue hasta allí y con su varita dio vida al muñeco.
–¡Hola, padre! –saludó Pinocho.
–¡Eh! ¿Quién habla? –gritó Gepeto mirando a todas partes.
–Soy yo, Pinocho. ¿Es que ya no me conoces?

El Hombre el Niño y el Burro

Hace mucho, un Hombre y su Hijo iban de camino al mercado acompañados por su Burro. Mientras seguían su rumbo, una persona se les acercó y les dijo: "Amigos... No sean tontos... ¿para qué es un Burro sino para montarse?" El Hombre tras pensarlo, puso al Niño sobre el Burro y continuaron su camino. Al poco rato, fueron visto por un grupo de gente y estos dijeron: "Pero que Niño tan flojo. Él viajando tan tranquilo mientras su Padre camina." Tras esto, el Padre bajó al Niño y se monto en el Burro. Un rato después al llegar a otro pueblo, la gente comentó: "Debería avergonzarse ese Hombre. Estar montado tranquilamente en el Burro mientras su pobre Hijo camina." El Hombre, cargó a su Hijo y montaron juntos en el Burro. Mucho más luego, otra gente que estaba en el camino dijo: "Pero que vergüenza con ese Hombre y Niño... ¿No les da pena hacer cargar tanto peso al pobre Burro?" Entonces, el Niño y el Hombre tomaron un palo y colgaron al Burro por las patas, y luego lo llevaron continuando su camino. Al pasar por un puente, la gente de aquel lugar al verlos soltaron carcajadas. El Burro incomodo al estar de cabeza, trato de sacudirse y de la fuerza se cayó al agua. Como tenia sus pies amarrados, el Burro se ahogó.


 Moraleja Trata de complacer a todos y no complacerás a nadie. 

El Hombre el Niño y el Burro

Cierta vez, un Asno envidiaba la suerte de un Cerdo con el cual vivía en la misma Granja. Todos los días observaba al Cerdo y se decía a si mismo: "Vaya vida la del ese tipo. Todo el día comiendo y comiendo sin preocupación alguna, descansando tranquilamente y durmiendo cuando se le de la gana. En cambio para mi es todo lo contrario. Tengo muy poca comida, descanso muy poco y me obligan a trabajar a palos. Ese Cerdo no hace nada de provecho y come las más ricas verduras y deliciosos maíz. Que injusta es mi vida." Un día, cuando el Asno regresaba de sus arduas labores, notó que el Cerdo ya no estaba en la Granja. Más tarde ese mismo día mientras comían los Dueños en el Establo, el Asno escuchó lo que decían sobre del desaparecido Cerdo. La gran sorpresa fue, que el Cerdo pasó a ser la cena de los Granjeros. El Asno muy sorprendido y meditando se dijo: "Vaya. Yo envidiando la suerte del Cerdo inconscientemente, cuando debería estar agradecido de la mía.


" Moraleja No envidiemos la suerte ajena, vivamos felices con lo que somos y tenemos.